Fluir

(en el valle de la
desesperación)

El despertar como femme fatale.

Abrazando los contrarios, que dictan el camino.

Fría como el témpano o cálida como una puesta de sol.

Se dice que, a veces es frágil y se deshace, como la escarcha de la madrugada.

Pero ella renace siempre, victoriosa.